lunes, 28 de noviembre de 2011

LEER

APRENDIZAJE DE LA LECTURA. En los últimos años se ha producido un enorme avance en el campo de la lectura a nivel de investigación, especialmente desde el enfoque de la Psicología Cognitiva que se dedica a conocer el funcionamiento de los procesos mentales que intervienen en la conducta humana. Desde este enfoque, se ha podido determinar cuáles son las operaciones que intervienen en la lectura y sus funcionamiento. Estos conocimientos tienen unas implicaciones importantes en la comprensión de los trastornos así como en la enseñanza de la lectura.Algunos autores distinguen una serie de etapas por las que el niño va avanzando hacia su formación lectora. Estas etapas suelen referirse principalmente al proceso de reconocimiento de palabras que es el proceso clave de la lectura. Es de hecho el que más tiempo de aprendizaje requiere y en el que se producen los principales trastornos de lectura. El objetivo básico a conseguir cuando se trabaja este proceso es el de desarrollar las rutas visual y fonológica.. A medida que los niños van conociendo las reglas de conversión grafema-fonema pueden ir haciendo uso de la ruta fonológica. Al mismo tiempo el hecho de encontrarse con palabras que se repiten una y otra vez posibilitará el que vayan formando representaciones léxicas para esas palabras.Antes de aprender a leer en sentido estricto, esto es, antes de que pueda transformar los signos gráficos en significados ( o en sonidos cuando se trata de leer en voz alta), el niño de cuatro o cinco años ya es capaz de reconocer un pequeño grupo de palabras familiares. Estas palabras las reconoce globalmente valiéndose de la forma de su contorno y del contexto en el que aparecen. Así puede reconocer la palabra coca-cola escrita en la botella o su propio nombre bordado en el bolsillo de su mandilón.Esta estrategia de reconocimiento de palabras es útil cuando las palabras a reconocer forman un grupo pequeño y con rasgos bien diferenciados, pero a medida que incrementa el número y empiezan a aparecer palabras con formatos más similares ( que sólo se diferencian en una o dos letras) su efectividad se va reduciendo.Con la enseñanza sistemática de las reglas de conversión grafema-fonema el niño inicia su entrada en la fase alfabética. Ello significa que tiene que ser capaz de segmentar las palabras en sus letras componentes y de asignar a cada letra el sonido que le corresponde.. Además el niño tiene que llegar a darse cuenta de que los sonidos siguen un orden determinado en cada palabra. Finalmente tiene que aprender a unir estos fonemas para formar el sonido global de la palabra.La etapa alfabética no es nada sencilla de superar, pues exige asociar unos signos abstractos con unos sonidos con los que no parecen tener ninguna relación. Algunos niños a pesar de un gran esfuerzo, siguen confundiendo durante mucho tiempo algunas reglas de conversión grafema a fonema.Cuando el niño aprende las reglas de conversión grafema-fonema se dice que sabe leer. Pero no se puede decir que es un lector hábil. En la etapa ortográfica, los lectores identifican cada una de las letras que componen la palabra y de hecho detectan en seguida si se produce algún error en su orden.El castellano es una lengua perfectamente transparente en cuanto a la lectura ya que todas las palabras se ajustan a las reglas grafema-fonema. Hay que señalar que por las peculiaridades de nuestro idioma los niños hacen un mayor uso de la ruta fonológica y acceden primero a esta vía que los niños ingleses.La capacidad para utilizar las claves sintácticas se va perfeccionando cada vez más a medida que el niño va desarrollando su lenguaje. Hay algunas claves sintácticas que son específicas de la lectura y que los niños tienen que aprender para poder comprender los textos escritos.En los primeros momentos de la lectura los niños leen monótonamente, como si se tratase de series sin ninguna relación. Una buena forma de acostumbrarle a hacer las pausas es haciendo frases cortas y colocadas en líneas diferentes. También indicarles las pausas medianas mediante claves externas: por ejemplo, una flecha dibujada con rotulador en el lugar donde debe segmentar, una separación mayor, etc.Se dice que si un niño no consigue aprender a leer es porque no ha alcanzado la suficiente madurez lectora. Pero :¿Cuál es la edad óptima para empezar a leer?, ¿qué conocimientos y habilidades debe disponer el niño para que no se produzca el fracaso?, todas ellas discutidas por psicólogos y educadores.El sostener que los métodos fonéticos son los más adecuados para aprender a leer no impide que en determinados momentos se aconseje el método global. El hecho de poder ”leer” unas cuantas palabras le anima a profundizar en esta nueva estrategia. Pero después de que el niño comienza a leer por la ruta fonológica ya no necesitará una enseñanza específica para leer por la ruta visual. La ruta fonológica, en cambio, exige el conocimiento de las reglas que permitan traducir cada una de las letras o grupos de letras en sus correspondientes sonidos. En consecuencia, cualquiera que sea el método por el que el niño aprende a leer, antes o después tendrá que aprender las reglas de conversión grafema a fonema. Los defensores del método global pueden sostener que los niños solos, sin ninguna enseñanza específica, pueden llegar a descubrir las relaciones letra-sonido. Esto es cierto en lo que se refiere a niños de cociente intelectual alto, pero la mayoría de los niños necesitan instrucciones directas sobre estas relaciones. La teoría de la lectura postula que es una interpretación del mundo. Lo que hacemos al leer es echar un vistazo al mundo e intentar determinar lo que en él sucede. La lectura en beneficio propio no existe, está siempre referida, eventualmente, a algo que podemos hacer con otras personas. La lectura como dijo Freire es una forma de teorizar acerca del mundo.Leer comprensivamente es una actividad tremendamente compleja. En definitiva la lectura sólo es posible cuando funcionan adecuadamente un buen número de funciones mentales. La actividad de lectura conlleva un elemento social. De ahí la importancia del análisis socio-histórico de la lectura para entender lo que significa re-mediar dicha actividad en ciertos niños; es al mismo tiempo, una buena guía de las condiciones requeridas en primera instancia para la adquisición de la lectura.La re-mediación alude a un giro en la forma en que los dispositivos mediadores regulan nuestra acción coordinada con el entorno. El enfoque socio-histórico habla de actividades básicas y busca implementar aquéllas que sean necesarias y suficientes para llevar a cabo el proceso global de lectura en las condiciones generales de aprendizaje.Cuando creamos esos contextos de enseñanza, comprobamos que los mismos niños que antes no sabían leer lo consiguen. La lectura es re-mediadora exige una reorganización del sistema social.María luisa Gantes Peña.