TERCERA SESIÓN DE TALLER DÍA 6 DE FEBRERO DE 2009
LOS ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE CUENTO
Nunca esta mal recapitular un poco lo que se ha visto en clases anteriores y, aunque no parezca mucho, ya llevamos dos sesiones del taller y, en cierto modo, hemos pasado una etapa. Comenzamos la clase del pasado viernes viendo con un poco de perspectiva lo que habíamos hecho en el mes de enero. Las dos clases de este mes y sus correspondientes ejercicios, estuvieron destinadas a romper un poquito el hielo entre aquellos que no os conocéis demasiado y, sobre todo, a coger un poquito de confianza. Fueron unos ejercicios de los que se llaman de "desbloqueo" para demostrar que, efectivamente, las historias están ahí, en la imaginación de cada uno, y que lo único que hay que hacer es dedicarle un poquito de tiempo y un poquito de técnica (de lo que trataresmos en los próximos ejercicios) para poder escribirlas. Creo, por los estupendos resultados del último día, que los ejercicios han cumplido su función, pues los que vinisteis a la sesión del viernes trajisteis cuentos bastante ambiciosos. Eso es una señal de que vais teniendo confianza en lo que sois capaces de imaginar y de escribir.
Hecha esta pequeña introducción, voy a resumiros lo que vimos en la última clase, que más o menos consistió en hablar de los elementos fundamentales del cuento.
Por supuesto, si hay algo que caracteriza al cuento frente a, por ejemplo, la novela, es su brevedad. Esto condiciona los dos elementos más importantes del cuento, el ritmo y el personaje. En un cuento el ritmo es acelerado, agarra al lector y no lo suelta llevándolo hasta el final. Para ello, es importante captar su atención desde el principio con un comienzo que lo deje con la boca abierta. A partir de ahí, el lector debería de contener la respiración y no tomar aire hasta el final. Ya dedicamos la segunda sesión del taller a la importancia de un buen comienzo. Para conseguir este ritmo hay que ser muy preciso, seleccionar bien lo que quieres contar para que ésta sea información fundamental en el desarrollo de la historia. En los cuentos nada es accesorio, no hay ni una sola descripción, ni un sólo diálogo del que podríamos prescindir. Recuerda las famosa frase de Poe que viene a decir algo así: "Si en un cuento sale un clavo en la primera página, será porque ese clavo sirva para colgar el cadáver en la última". Ser preciso seleccinando muy bien las escenas que vas a contar, los indicios que desarrollarán el conflicto, los rasgos con los que identificarás al personaje y hasta incluso el lenguaje que vas a utilizar es una de las tareas más difíciles del cuento.
El segundo elemento que se ve condicionado por este ritmo acelerado es el personaje. Se suele decir que si en una novela la acción está al servicio del personaje, en un cuento el personaje está al servicio de la acción. Acción en un cuento tiene que ver con el desarrollo del conflicto, el problema que ha roto el equilibrio de tu personaje y que hace que éste se vea envuelto en una serie de tomas de decisiones que le lleven a la recuperación de ese equilibrio o al desastre, el suicido, la aceptación de la cruda realidad, etc. Muchas veces he leído que, en realidad, en un cuento lo único que hay que hacer es ponerle obtáculos al personaje; para ello basta con proponerle una situación para la que no le sirvan "sus herramientas habituales". ¿Está nuestro personaje preparado para asumir la pérdida de un hijo, el premio gordo de la lotería, el diagnóstico de una enfermedad terminal, el cambio de lugar de residencia, la infidelidad de su pareja, el hallazgo del amor verdadero? Eso es lo que tenemos que preguntarnos y, a continuación, someter a nuestro personajes a esas experiencias contra las que tendrá que defenderse y que, sin duda, lo transformarán. Esta es la clave con los personajes, que sufran una transformación, que adquieran una nueva herramienta, o una nueva perspectiva de la vida. Esto no quiere decir que la conclusión de nuestro cuento tenga que ser feliz. Adquirir una nueva idea de tu vida puede ser aceptar que jamás conseguirás saltar ese obstáculo. Respecto a esto, dijimos que hay que tener cuidado. Todo texto literario está supeditado a las leyes de la verosimilitud, de la credibilidad. Hay que plantear un conflicto a nuestro personaje que sea adecuado para él, que no le venga demasiado grande. Si ponemos a un funcionario gris y aburrido a salvar el planeta porque un meteorito está a punto de chocar con nostros, tendremos que hacerlo muy bien para que "nos lo creamos". El conflicto tiene que estar a la altura de nuestro personaje y la evolución, enseñanza, catarsis o expiación que sufra nuestro personaje también deberá estarlo. Claro que un hombre de negocios sin escrúpulo, violento y alcohólico puede sufrir una catarsis y convertirse en un santo, pero tendremos que tener mucho cuidado y justificarlo todo muy bien.
Como dije al principio. Esta tercera sesión está dedicada a que vayamos cogiendo un poco de técnica. Es decir, una manera de escribir, de ordenar o planificar lo que queremos contar, que sea más o menos efectiva. Para ello, propuse la siguiente plantilla de cómo construir un cuento:
1º.- Inicio (presentación del personaje con aquellos rasgos que vendrán bien para el desarrollo de la historia y que serán, en el fondo, los que originen el conflicto o lo que precisamente haga que "sus herramientas habituales" no le sirvan esta vez).
2º.- 1er. Punto de giro. Por punto de giro se entiende un cambio inesprado en el dersarrollo de los acontecimientos, que en el caso del cuento tendrá que ver con el conflicto, con el obstáculo que queramos plantear a nuestro personaje.
3º.- Nudo. Desarrollo de las acciones que nuestro personaje pone en marcha para recuperar el equilibrio, para solvertar ese problema que se le ha presentado. Aquí tendrá que ir observándose esa transformación de la que hablábamos arriba.
4º.- 2do. Punto de giro. De nuevo un cambio en el desarrollo predecible de la historia, buscando crear sorpresa en el lector.
5º.- Desenlace. Nuestro personaje soluciona el conflicto o sucumbe ante él.
Recuerda que esto es sólo una plantilla de las tantas que podemos aplicar. Hay cuentos que no tienen, a menos aparentemente, un conflicto, o que no giran en el último momento buscando "la sorpresa final", de la que hablaba Poe en sus cuentos.
Bien, para finalizar, el ejercicio para la clase del 28 de febrero consistía en buscar un personaje y proporcionarle un problema que le pusiera la vida patas arribas.
Hicimos una tormenta de ideas y nos salieron algunos personaje prototipo y un listado de acontecimientos que le cambiarían la vida a cualquiera. Tu cuento será contarnos cómo sale tu personaje (si es que sale) de ese atolladero. Estos son algunos:
Una bruja, un funcionario aburrido, dos gemelos, un profesor de instituto, un bombero, un emigrante de patera... Puedes añadir tú el que quieras.
Estos son los acontecimientos con los que tendrán que enfrentarse: Una catástrofe natural, una infidelidad, un premio de lotería, la muerte de un hijo, un cambio de residencia, un despido, etc.