
COMPONER FRASES ADECUADAS PARA LOS SINÓNIMOS:
BLANCO, NIVEO Y ALBO.
El forro polar blanco de la muchacha apenas si se distinguía en aquel níveo paisaje invernal en que se había convertido la campiña, ayer reseca y árida, y ahora deslumbrante por el albo resplandor de la nieve que había caído durante toda la noche anterior.
COMER, INGERIR Y TRAGAR.
Aquella mañana su madre tardó demasiado en preparar la comida y cuando le llamó para comer, el hambre le hizo tragar los alimentos con unas ansias hasta ahora desconocidas. Su madre le regañó porque no eran esas las formas con que debía ingerir la comida un jovencito con la educación que él había recibido.
PIEL, EPIDERMIS, PELLEJO y CUTIS.

INVENTAR PALABRAS:
El mensaje del móvil lo decía bien claro: "Donde siempre; cuando luciernagueen las bombillas, litronearemos hasta que empiece a lucear la mañana. Iremos embiciclados. Te esperan tus compadreros".
Luciernaguear: Encenderse. Tener luz, como las luciérnagas.
Litronear: Hacer la "litrona" con los amigos. Beber con los amigos y colegas.
Lucear: Empezar tener la luz.
Embiciclado: Montado en la bicicleta.
Compadrero: Más que compañero, compadre.
EXISTEN DOS NIVELES DE LENGUAJE: EL DESCRIPTIVO,
COMO: CAMISETA CON MANCHAS. ATASCO DE COCHES. AMANECER. DOLOR DE CABEZA. BOCA SECA. AMOR INFIEL.
Y el EXPRESIVO, Como, por ejemplo:
"No sabía cómo iba a justificar aquella camiseta llena de lamparones de barro. El viaje era corto pero parecía que todos los conductores se hubieran puesto de acuerdo para salir al tiempo a la carretera. Y además, los primeros rayos del sol hacían casi imposible la visibilidad de los que se dirigían al levante, lo que ralentizó más si cabe la marcha de los coches. Posiblemente fue el sol, o quizás que no había dormido la noche anterior, pero se encontraba francamente mal. Parecía que le iba a explotar la cabeza y su lengua que parecía de estopa reseca se le pegaba al paladar y, allí en el coche, no tenía una mala botella de agua que llevarse a la boca. Eso era lo que ella se decía, pero sabía en su interior que no era la verdad, al menos toda la verdad; la realidad es que él había estado con otra y ella lo acababa de descubrir después de espiarle toda la noche, escondida entre los setos, bajo la ventana de aquel chalet".
"No sabía cómo iba a justificar aquella camiseta llena de lamparones de barro. El viaje era corto pero parecía que todos los conductores se hubieran puesto de acuerdo para salir al tiempo a la carretera. Y además, los primeros rayos del sol hacían casi imposible la visibilidad de los que se dirigían al levante, lo que ralentizó más si cabe la marcha de los coches. Posiblemente fue el sol, o quizás que no había dormido la noche anterior, pero se encontraba francamente mal. Parecía que le iba a explotar la cabeza y su lengua que parecía de estopa reseca se le pegaba al paladar y, allí en el coche, no tenía una mala botella de agua que llevarse a la boca. Eso era lo que ella se decía, pero sabía en su interior que no era la verdad, al menos toda la verdad; la realidad es que él había estado con otra y ella lo acababa de descubrir después de espiarle toda la noche, escondida entre los setos, bajo la ventana de aquel chalet".
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